Bioforma Humana

Desde el domingo hasta hace apenas tres horas han estado encarnando niños con la Cruz de Ángulo Derecho del Fénix Durmiente (34/20  |  59/55). Nuestra cruz de encarnación pone de manifiesto nuestro rol; aquello que emerge dando forma a nuestra particular aportación en este plano. Traemos una cualidad con la que, lo queramos o no, impregnamos a los demás por donde quiera que pasemos. No podemos evitar exhalar lo que por naturaleza   (para bien o para mal)  nos constituye. Cruz de Ángulo Derecho del Fénix Durmiente Quienes llegan con esta cruz, portadores del Canal del Carisma (34/20), son Generadores Manifestantes puros y viven muy conscientes de que la vida humana demanda que cada uno sobreviva por sí mismo. Pero traen además un potencial romántico: anhelan, en lo más profundo de su ser, que la vida humana llegue a ser algo más que una lucha por la supervivencia. Esta tensión vital, entre la parte consciente (negro) y la inconsciente (rojo), conlleva un riesgo enorme de que pasen su vi

En el momento de su nacimiento cada niño trae un mundo nuevo a la existencia ; un mundo único que nunca antes estuvo y que, cuando se marche, nunca más va a regresar. Al comprender esto se despertó en mi un interés espontáneo que se ocupa en descubrir la naturaleza de este mundo propio, mi mundo, y me lleva a apreciar el inmenso valor de la  individualidad humana y de su vulnerabilidad inherente . No solo para experimentar la belleza de viajar en un organismo único; también para reconocerse como parte indispensable de un Proceso de transformación descomunal que ante todo nos demanda conciencia uno a uno.   Cada ser humano es absolutamente irrepetible Una afirmación tan obvia podría parecer absurda, sin embargo cada vez es más importante insistir en ella porque es evidente que no se nos trata como el ser único que cada uno encarna . Esta falta gravísima de reconocimiento y respeto por nuestra individualidad es el germen de muchos de los problemas más arduos y apremiantes de la hu