Vuelve a ti y honra tu película

En los asuntos humanos hay un flujo,  

que lleva a la fortuna si aprovechas la pleamar. 

Si la dejas, harás el viaje de la vida 

tropezando en escollos y miserias.

Ahora navegamos en marea alta y, 

si no seguimos la corriente favorable, 

ponemos en peligro nuestra empresa.

Shakespeare

Esta mañana tuve dos conversaciones muy breves con dos personas que casualmente tienen el mismo nombre. Ambas están en la vía de la aventura interior, del autodescubrimiento y de la liberación de lo que les impide ser completamente ellos mismos y experimentar la abundancia y la belleza de Ser.

Uno de ellos me dijo que había empezado el año teniendo muy presente una sugerencia que había recibido de una amiga cercana. Su enunciado es algo tan sencillo como esto: “vuelve a ti”. 

El otro, un amigo que disfruta buceando en el Diseño Humano y las Claves Genéticas, me preguntaba si era cierto que me encantara mi entorno, refiriéndose al Entorno Nodal que me ha tocado transitar, según apunta el gráfico de mi diseño. Casi todos hemos padecido alguna vez la identificación con lo que nos rodea y nos hemos sentido engullidos por inercias ajenas a nuestra naturaleza. Los nodos pueden convertirse en las adicciones preferidas del No-ser.

Hacía unos días que había salido a relucir este tema entre nosotros y le comenté que tenía pensado escribir próximamente algunas notas sobre mi Escenario Nodal. Pues bien, tras los últimos tránsitos solares activando las puertas 58 y 38 respectivamente, ha llegado el momento. Prometo ser breve…

Cuerpo Gráfico de mi diseño con indicaciones en
puertas de la Cruz de Encarnación y los Nodos Lunares

Encarno el mito del Edén, en el Cuarto de la Civilización (12.4 - 11.4 / 36.6 - 6.6) como Generador Manifestante Emocional. La única de las cuatro activaciones de mi Cruz de Encarnación que queda fuera de mis dos áreas de definición (zonas coloreadas) está el el Centro de Conciencia Mental o Ajna. Es en este codón (11.4 -El profesor-), por lo tanto, donde mi vulnerabilidad innata -que está directamente vinculada al campo de la ideas- encarna el mayor potencial de sabiduría. Para mi, la enorme importancia de esta activación radica en descubrir las posibilidades de las ideas para transformar al colectivo sabiendo que, al fin y al cabo, una idea no es más que una idea. Esto no implica descuidar su evolución e imbricación con otras ideas dando lugar a ideologías, dogmas, creencias o sistemas de creencias que nos cieguen al fluir y nos alejen de la percepción de unidad de vida. Así ocurre cuando dejamos de ver por nosotros mismos la diversidad de posibilidades de transformación social que engendra cada idea… me interesan las ideas como semillas de paz, de respeto y posibilidades de entendimiento mutuo. La idea de una gran familia humana unida por lazos de paz, respeto, comprensión y amor podría ser la que ocupa el lugar central de mi Ajna sin definir. Darme cuenta de que se trata de una posibilidad, entre otras muchas, me acerca a ese anhelo de “inocencia perdida” de la Cruz del Edén. No por creer que haya algo en el pasado que sería deseable recuperar en mi y en cualquier ser humano, sino por el potencial de sabiduría latente en este ideal que me lleva, o nos lleva, a emprender un camino de receptividad, responsabilidad y realización en la conciencia del potencial de la vulnerabilidad humana. 

Sigo a continuación con observaciones acerca del terreno dónde ha sido plantada esta semilla del Edén: mis nodos lunares. 

Esta semilla germina en el escenario conformado por los ejes 52.4 > 58.4 y 39.5 > 38.5. Ambos forman parte de la Cruz de Ángulo Derecho del Servicio (y Yuxtapuesta de la Vitalidad) y de la Cruz de Ángulo Izquierdo del Individualismo asociadas a la última y primera semanas del año respectivamente. De manera muy sintética se podría decir que este potencial (y todos los demás) está programado para florecer en un escenario que conjuga la Tensión de la Individualidad con el Servicio a la Vitalidad: el Ideal de que es posible construir una Civilización, una cultura, donde la sociedad acoja a cada nuevo individuo, diferente y único, como una parte irreemplazable del engranaje orgánico de la naturaleza humana; como manifestación que forma parte de la totalidad indivisa… o como cada cual quiera nombrarlo. Parece evidente que esto exige una renovación radical de nuestras estructuras… algo que ya está ocurriendo a un nivel profundo. 

Lejos de ese ideal, aunque con el idealismo vital y persistente, las escenas cotidianas me muestran a personas que persisten en la Lucha por ser ellos mismos… en el mejor de los casos. Individuos que despliegan su potencial en el marco de una tendencia cultural dominante que, implacable con el humano, aplasta su individualidad sin compasión. Una cultura que impulsa la homogeneización del individuo como pieza clave de un engranaje social alienante, en favor de determinados modelos de “perfección” diseñados e impuestos por sus beneficiarios. Un establishment que, insensible a nuestra naturaleza innata y a su necesaria diferenciación, promueve estrategias de subordinación de la individualidad a diversas autoridades externas: los expertos subvencionados convenientemente engrasados y esclavos de un ideal que excluye la humanidad del humano. Y así, sin apenas consciencia del proceso de condicionamiento al que somos sometidos desde que abrimos los ojos y empezamos a caminar, vamos asumiendo las falsas suposiciones y validando las promesas de una vida “feliz” en base a ciertos estándares sociales establecidos, basados en la conservación y apuntalamiento del status quo.

  

Mi despliegue vital sucede en este singular escenario de presión y estrés por la supervivencia. Mis respectivos Nodos Lunares de Personalidad y Diseño, apuntan directamente a una Forma de Ver -mis lentes graduadas a medida- que me permite experimentar el despliegue natural de un sentido de propósito único:

58.4_ Enfocar: Una impresionabilidad que se confunde al enfrentarse a estímulos excesivos sin capacidad para discernir cual de ellos es el más adecuado.

38.5_Alienación: Obstinación y energía para luchar en aislamiento.

El Roto batalla contra la televisión

“La gente no sabe el diablo que pone en su bolsillo bajo la forma de un teléfono móvil”

Zygmunt Bauman

Gracias a las diversas herramientas que han ido apareciendo en mi entorno, se me revela con claridad y precisión cómo, desde muy temprana edad, experimentamos la presión de un entorno social anclado a estructuras limitadoras y disfuncionales incompatibles con una vida auténtica * y con sentido propio para cada ser humano: las viejas estructuras del pasado. La comparación, la manipulación, la competitividad y el miedo son solo algunas de las estrategias, muchas veces inconscientes, que nos impiden avanzar y descubrir el potencial del espíritu a través de aquello que sentimos, pensamos y hacemos.

Somos profundamente vulnerables al condicionamiento y esto los saben los magnates de las grandes corporaciones. Sin embargo, en esta vulnerabilidad propia que nos caracteriza como individuos únicos es donde radica nuestro mayor potencial de diferenciación. Cuando el condicionamiento está enraizado en nuestra naturaleza innata nuestras sombras dejan paso a los dones desde donde emerge la verdadera contribución a este proyecto de Humanidad orquestada de la que somos parte esencial. Podríamos llamarla humaUnidad. Para transitar esta utopía de largo alcance, tan solo se precisa asumir lo que hemos venido a ser. O, lo que es lo mismo, individuo a individuo: Volver a uno mismo y honrar la propia película.

* Nos encontramos inmersos en una red sorprendentemente compleja, constituida por capas y capas de condicionamiento, de influencias intergeneracionales y multiculturales. Por fortuna, ya disponemos de cartografías que nos capacitan para ver, tanto el núcleo emergente de cada vida humana, como la forma velada que prevalece en cada individuo, reforzada desde la infancia como consecuencia de la necesidad vital de crecer en relación y convivencia con los demás seres humanos. Esta cubrición se corresponde con una fijación o distorsión cognitiva que es debida a la interferencia organísmica[3] propia del contexto familiar y cultural en el que se ha desarrollado durante los primeros siete años de vida.

El sistema educativo predominante -que no está adaptado a la singularidad del individuo- provoca en cada uno de nosotros la pérdida de contacto con nuestra propia naturaleza básica[4], dando lugar al extendido fenómeno de homogeneización social. Los años iniciales de condicionamiento dejan profundas huellas en los registros personales de la memoria. De esta manera quedamos atrapados en una estructura repetitiva y predecible de personalidad, que nos aleja de nuestra naturaleza esencial, pasando a afirmarnos como sujetos previsibles, manipuladores y manipulables; víctimas de programas mentales que nos arrastran a vivir desde un profundo sentimiento de carencia que en la mayor parte de los casos es inconsciente.

Fragmento del artículo FORM FOLLOWS LIFE: Cartografías del ser humano para la innovación en el proyecto.