Sí a la vida tal cual Es
De manera espontánea, abro el libro El Poder del Ahora -un camino hacia la realización espiritual- y me voy a la primera página, justo antes de índice. Únicamente aparece una cita del propio autor:
Estás aquí para
posibilitar el despliegue del propósito divino en el universo. ¡Eres así de
importante!
Eckhart Tolle
Ya han pasado algunos años desde que aquel libro llegara a mis manos, pero parece que fuera ayer cuando lo leí. Aún así no recordaba esta cita preliminar. Quizás porque me trae un mensaje diferente o nuevo. Han ocurrido algunas cosas en este 'breve' lapso de tiempo que me han permitido encarnar aprendizajes que tienen mucho que ver con lo que transmite Eckhart Tolle. Algunos de ellos fueron activados por lecturas como la de este libro que, años atrás, fueron una fuente de inspiración para mi.Recuerdo experimentar aquellos días de finales de 2002 desde una profunda e insólita claridad que, probablemente, era consecuencia de la comprensión y la confianza que sentía en ese instante que apenas deja rastro, en el que mi propio cuerpo y lo de afuera era percibido como la irradiación de mi mirada. Como si algo de mayor escala que yo estuviera creando todo a mi alrededor de la manera en que ocurría sin que yo tuviera el menor protagonismo. Me sentía como un simple instrumento que filtra y deja pasar información... tengo ganas de volver a leerlo. Es uno de esos libros mágicos que han marcado un antes y un después en mi vida.
Creo que fue a Jorge Lomar a quién le escuché decir alguna vez que el miedo es la consecuencia de negar nuestra verdadera naturaleza. Estoy completamente de acuerdo con esa afirmación. Y creo que todas las formas del miedo disfuncional que experimentamos se deben a esa lucha interna, tan arraigada en el género humano, que nos hace prisioneros de nuestras creencias. En esta persistente cruzada contra Lo que Es, el miedo y el sufrimiento van de la mano: a mayor ignorancia de lo que realmente soy, más miedo y más sufrimiento se contagia y se expande en colectivo humano. Únicamente conozco una manera de detener esta creciente plaga: conocerse a sí mismo para dejar de luchar contra la vida que emerge, momento a momento. Rendirse a la propia naturaleza o, lo que es lo mismo, Aceptar Lo que Es.
Y como tanto me he regocijado contrastando y verificando la revolucionaria herramienta del Sistema de Diseño Humano, fui a ver el cuerpo gráfico de Eckhart Tolle para sorprenderme una vez más de la veracidad y la precisión de esta sorprendente "brújula cuántica":
"La polaridad energética que hay entre las puertas
30 y 29 tienen la fuerza para extraer un "sí" ciego a las
consecuencias. Es muy importante que sepamos leer lo que nos dicen los brazos
de cada cruz, porque revelan historias de una profundidad y riqueza increíbles.
Siempre que hablamos de hexagramas opuestos debemos reconocer que son un
reflejo idéntico del otro. Son la misma cosa, sólo que dividida en la dualidad.
La clave de la puerta 30 es el 'deseo', y la de la puerta 29 es 'decir que sí',
de modo que la temática de este eje de hexagramas es 'decir que sí al deseo'."
Ra Uru Hu
El Canal de Estructurar (43-23) conecta el Centro Ajna con el Centro de la Garganta. Sólo a través de este canal puede llegar a expresarse la mente mutante de los individuos. Su pensamiento innovador ocasiona saltos cuánticos que pueden llevar a organizaciones enteras a planos más altos de eficiencia y potencialmente traer un nuevo nivel de refinamiento y sabiduría al mundo.
La otra definición pertenece al Circuito del Ego, el mayor de los Circuitos Tribales.
El Canal de Rendición (44-26) conecta el Centro del Bazo con el Centro del Ego. Diseñado para ser un transmisor. Dotado de un sentido para notar lo que puede necesitar la gente, tiene la voluntad para manipular a la Tribu por el bien de esta, incluso antes de que sepa que lo necesita.
A mi parecer, desde la 'gran distancia física' que nos separa pero también nos une, Eckart Tolle es un buen ejemplo que representa la encarnación de los estados más elevados de armonía con el campo universal. En su caso, y desde una perspectiva lejana, la frecuencia de su ADN es de las más elevadas que puede alcanzar un ser humano según narra Richard Rudd en el libro de Las Claves Genéticas. Aquí os dejo, para terminar, algunos apuntes sobre sus cuatro Dones Primarios:
30ª Clave Genética: La experiencia del Rapto divino es una anomalía genética del programa evolutivo humano. Tiene un solo propósito: aniquilar el deseo para que un nuevo nivel de consciencia pueda florecer.
29ª Clave Genética: Este es el Siddhi de decir SÍ a la vida; se da completamente a todos los que se cruzan en su camino. El mensaje del Siddhi es este: confía en tu corazón sobre todas las cosas y nunca te preocupes por las consecuencias.
14ª Clave Genética: Cuando el 14º Siddhi florece en una persona, esta se convierte en una fuerza conductora para la propia humanidad. Su propio mundo, sus pensamientos y obras comienzan a calar intensamente en el campo morfogenético de la humanidad, que se ve empujada en una nueva dirección: hacia la abundancia. El rebosante potencial de fertilidad en los seres humanos es infinito.
8ª Clave Genética: Ese tipo de personas crean su propio camino mientras lo transitan. Su legado al mundo consiste en desmantelar todos los conceptos de cómo se debería vivir o qué habría que hacer para alcanzar cualquier estado concreto. Ellos son los únicos que no se sienten extraños en el mundo, ya que se reconocen dentro de la existencia. Para ellos, los únicos extranjeros de este mundo son los que se pasan la vida imitando a otros, porque eso los convierte en desconocedores de lo que son ellos mismos.
A modo de síntesis... nacemos indefensos e incompetentes, sin más elección que nuestro deseo irrefrenable de vivir, un decir Sí a la vida tal y como acontece. Ese Sí a la vida emerge de la Autoridad Interna, específica de cada organismo humano, enraizada en el cuerpo interno que está aquí para hacer posible el despliegue del propósito divino en el universo -utilizando las palabras de la cita con que se iniciaba este escrito-.
¡Somos así de importantes!
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