Cruz del Fénix Durmiente
"Prefiero ser odiado por lo que soy, que amado por lo que no soy."
Cruz de Ángulo Derecho del Fénix Durmiente (55/59 | 34/20) |
De los cuatro brazos que conforman esta cruz, el correspondiente al Cuarto de la Iniciación es probablemente el que trae el mayor desafío a sus portadores. En la Puerta 55, su Sol de Personalidad, está latente el potencial para el saber, cuando la pasión está anclada en el amor y tiene los efectos potenciadores de la individualidad. Traen el potencial para el espíritu y su manifestación. La Puerta del Espíritu es la que queda descolgada de la definición -Canal del Carisma (34/20) y Puerta de la Sexualidad (59)-. Así mismo es la que conlleva el más alto nivel de potencial para la mutación a la que nos estamos acercando.
"Vamos a entrar en un período en el cual nuestra capacidad individual para poder organizarnos y navegar nuestra vida es la única cuestión en la que podemos confiar, nada más. Se avecina un cambio inmenso en lo que respecta a como opera nuestro mundo."
Ra Uru Hu
Como enuncia el I-Ching del Rave, la Abundancia es estrictamente una cuestión de espíritu. La conciencia del espíritu no es un concepto ni tampoco es un instinto; es una emoción (Plexo Solar). Sus portadores, en un momento sienten que su copa está medio vacía y al momento siguiente sienten que está medio llena. Su mayor miedo es al vacío emocional o a la falta de pasión en la vida.
El arquetipo que encarnan y vienen a actualizar los portadores de esta Cruz, tiene que ver con que el sueño que persiguen no es su propio sueño, si no el sueño homogeneizado de sus egos fantasiosos y narcisistas. Identificados con su No-ser, no llegan a darse cuenta de que ellos mismos se encuentran atrapados por la deshonestidad, la victimización, las creencias de segunda mano y los patrones sociales imperantes y alienantes propios del condicionamiento del entorno que les vio crecer. Por eso, para que ellos vivan, ese sueño romántico de amor idealizado -que no es otra cosa que experimentar una idea distorsionada de sí mismos, de la felicidad y del amor- tiene que morir antes de convertirse en su peor pesadilla.
"Mientras la mente esté controlando tu vida no puedes hacer absolutamente nada. Estás perdido. Y acabas sufriendo profundamente. es así de simple."
Ra Uru Hu
No es casualidad que los cuatro referentes que nos acompañan hoy sean protagonistas del trágico final de sus vidas. Es poco lo que conozco de sus respectivas biografías, pero hay un dato muy significativo que es común a todos ellos: al parecer los cuatro se suicidaron. Quizás, en lugar de vivir entregados al sueño orgánico de la vida como totalidad, que emerge respondiendo a la vida según se va sintiendo, vivieron atrapados en una maraña mental que ni siquiera pudieron llegar a descodificar. Por que si hay algo completamente diferencial que trae esta cruz de encarnación es la frecuencia emocional y la melancolía individual que quedan fuera de los dominios de nuestras mentes estratégicas y racionales hipertrofiadas.
Los portadores de la Cruz del Fénix Durmiente traen estas energías al colectivo humano (para bien o para mal) y así seguimos esclavos de un sueño, o pesadilla, del que algunos -muy pocos- despiertan.
Dentro de la pesadilla -en potencia- que experimentamos bajo las influencias de quienes son portadores de esta cruz, encontré a una ingeniosa joven (nacida el 21 de febrero de 1984) matemática y autora de algunos libros de divulgación científica (Las matemáticas del amor: Patrones, pruebas y la búsqueda de la ecuación definitiva, Hola mundo: Cómo seguir siendo humanos en la era de los algoritmos,...) Hannah Fry, que está ofreciendo ciertas lógicas al amor y las relaciones, a través de la aplicación de la estadística al estudio de patrones en el comportamiento. Me parece muy oportuno señalar que, además de ser portadora de la Cruz del Fénix Durmiente (55/59 | 34/20) se han dado algunas condiciones favorables en la impronta de su diseño -e indudablemente en su entorno social- para que pudiera detectar un atisbo de claridad en todos estos procesos tan complejos que nos toca experimentar a quienes sí venimos con el Plexo Solar definido. Según el Sistema de Diseño Humano, este centro se constituye en Autoridad Interna para quienes somos emocionales. Y su consistencia radica en esperar por la claridad que nos permita tomar decisiones correctas, honrando así la naturaleza inestable de nuestras emociones.
Mandala de Hannah Fry |
Estos son algunos de esos factores que podemos ver en su Cuerpo Gráfico: no traer definido su Centro Emocional; la naturaleza lógica de su Canal del Juicio para cuestionar patrones disfuncionales en el colectivo, y el escenario nodal donde viene a desplegar sus potenciales durante la primera etapa de su vida -40 años aproximadamente- correspondiente a la Puerta 5 en el Nodo Sur de Personalidad y de Diseño. La Puerta de los Ritmos Fijos, que le hace muy sensible para observar escenarios protagonizados por el patrón del ritmo: la sintonía fundamental con los ritmos naturales. Desde aquí puedes ir a su charla TED: las matemáticas del amor. Quizás, este ambicioso enfoque basado en el comportamiento estadístico de los humanos, sea un estimable contrapeso que aporte cierto equilibrio al enorme potencial romántico, dramático y a veces trágico, que trae esta cruz. Sobre todo si consideramos aquellos peligros que -como en los ejemplos que vamos a señalar- encarnar estas cualidades supone para la supervivencia del individuo.
"La verdadera libertad no es un efecto. Es un tipo de espaciosidad interna en constante expansión que surge espontáneamente cuando te das cuenta de que eres la víctima de tus propias creencias básicas."
Richard Rudd
Ludwig Eduard Boltzmann fue un físico austríaco pionero de la mecánica estadística, a quien debe su nombre la llamada constante de Boltzmann, concepto fundamental de la termodinámica, y que halló la expresión matemática de la entropía desde el punto de vista de la probabilidad. Se suicidó en Trieste en 1906.
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